Desvariando un poco...

Yo te escribo. Y suena muy cliché, pero yo te escribo aunque sé que no me lees. Te escribo, te inmortalizo, te hago eterno. Te dibujo con las letras. Te pienso y te siento. Sentirte es mágico, tus manos sobre las mías, sobre mi cuerpo, sobre cada milímetro de mí. Saborearte es exquisito, el roce de mi lengua con tus labios, con tu piel. Tienes en tu piel mi sabor favorito. Al verte me dedico a contemplar tus retinas, a repasar cada detalle de tus pequeñas pupilas, para poderlas grabar en mi mente pronto olvidaré el color de tus ojos y tú olvidarás el de los míos, en este caso eso no sucederá. No si a diario me dedico a estudiar todo lo que ese par de universos tienen para ofrecerme. Sí, universos, galaxias, estrellas. Todo tan astromántico, tanta inmensidad en tan poco espacio. Déjame recordarte así, déjame recordarme así. Reflejada en tus ojos, escribiendo orgasmos en tu cuerpo. ¿Puedes ver la armonía mientras creamos nuestro propio pentagrama? No hay más que melodías; las que queremos, las que creamos juntos.

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