Edicto

No me inventes cualidades ni virtudes, 
Que no soy diferente a las miles que mueren 
Ni a las que nacen a diario.

No me cargues con la responsabilidad de una mirada encantadora 
No me incluyas en tus sueños de mujer perfecta
No puedo,
No quiero serlo.

Mis caderas no tienen el ritmo de tus deseos
Ni mis labios saben a tiempo
No tengo la dulzura con la que se condena a las damas
Ni un perfume inolvidable en mis cabellos
No puedo,
No quiero tenerlo.

Que te sea indiferente si mi voz canta o grazna
No soy canto, soy palabra
Realidad; defecto y caos
Así puedes nombrarme.
No permito que me pretendas celestial
No puedo,
No quiero serlo.


-Anónimo





Comentarios

Entradas populares de este blog

Con permiso

Quererme o no

Historia impropia