Antagonía.

Mi vida se parte en dos:

La escéptica y la soñadora.
         La tímida y la sensual.
La sencilla y la caprichosa.
         La solitaria y la dependiente.
La simple y la cariñosa.
         La desconfiada y la entregada.
La distante y la benévola.
         La perspicaz y la pendeja.

Mi vida se parte en dos: entre parte y contraparte, un abismo de diferencia entre la una y la otra.
Mi vida se parte en dos; y en la mitad lo encuentro a usted.

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