Prudencia
Construir el amor mientras pasa, mientras se siente en el estómago, cuando llega al pecho y pasa a las extremidades. Entre risas y malentendidos dejarse llevar, conocer al otro desnudo en cuerpo y alma, acoger una suerte de complicidad con todos los planes y proyectos de la vida.
Construirlo sin saber y, mientras los días pasan, sentir su plenitud, porque alguien te complementa y hace parte de vos.
Así, una vez se va, queda una estructura lo suficientemente fuerte. Es amor, pero de otro tipo; uno más sutil y ligero, ya no se siente en las extremidades, el pecho o el estómago, ahora se siente en la nostalgia, en la perspectiva y en el aire que te baña en recuerdos.
Nada se pierde, todo se transforma.
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