La noche

No consigo dormir.
Tengo una mujer atravesada entre los párpados.
Si pudiera, le diría que se vaya;
pero tengo una mujer atravesada en la garganta.

Arránqueme, señora, las ropas y las dudas.
Desnúdeme, señora, desdúdeme.

Yo me duermo a la orilla de una mujer:
yo me duermo a la orilla de un abismo.

Eduardo Galeano




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