Paradoja temporal

Vos te fuiste por los kilometros de piel que no nos podíamos recorrer. Yo me quedé, pasmada, en la oscuridad que me empujaba a esperarte en vano. Todo lo que sé de nosotros lo guardé recelosa en esos espacios en los que pensarte me conducía al más profundo estado de "buscarte", pero vos nunca estabas.

Debiste quedarte, ya creo en el amor. 

Disculpáme y nos disculpo, fuimos ingenuos y nuestras palabras perforaron las células que meses antes nos habíamos hecho saltar de felicidad, pero supongo que eso es lo que siempre queda de un querer profundo y fugaz. Ahora me gusta caminar y encontrarte en cada partícula de polvo que me cubre, recorrés mi piel y mis venas, te respiro y te dejo ir en baños de realidad que me gusta darme cada vez más a menudo, porque no estás aquí y las quimeras nunca serán una forma de llevar mi vida.
Recordarte es cada vez más real que imaginarte, te me vas de a poquitos y te dejo hacerlo, como meses antes te dejé entrar, porque los sueños se desvanecieron en vez de materializarse y la distancia entre ambos se duplicó con las veces en que los silencios se nos volvieron más cómodos que las palabras.

Sospecho que hoy empiezo a ser canción



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