Empecemos por la eme:

Hoy no te hablo para pedirle una disculpa, esta carta no tiene como propósito convencerte de que volvás, ni mucho menos. Considero que entre vos y yo ciertos temas quedaron inconclusos y antes que nada yo te consideré mi amigo, así es que el día de hoy me decidí por comunicarte expresamente todo lo que pasa por mi mente cuando divago y me encuentro con tu recuerdo; me gustaban tus ojos… sí, ese par de esferas color caramelo. A mí me gustaba quedarme mirándolas -y ahora queda claro que no te clavaba la mirada por retarte, sino sólo por disfrutar del placer que me brindaba el contemplarlas- yo me perdía en esa mirada para encontrarme luego en tu boca, pero tus besos nunca me llevaron tan lejos, todo siempre estuvo en tus ojos.
Ahora, me parece pertinente comentar que si de masoquismo se tratara, si de peleas yo me llenara, creéme que en este momento estaría a tu lado o al menos esperando a que volvieras por mí. Pero no, complicarme la vida discutiendo con alguien que no tiene un punto es duplicar un problema, y duplicado tras duplicado la relación (o como sea que se le diga a lo que había entre vos y yo) se agujera, se nos desvanece. Tal vez mi concepto de amor está errado, pero me conformo con saber que no se acerca a lo que teníamos y es que nunca lo usé como adjetivo para referirme a vos...  
Lo que hubo puede haber sido simple capricho de ambos, unas ansias mal encaminadas por buscar un amor a mal tiempo. Quiero decirte que te quise, que sé que aún te estimo porque guardo las cenizas de eso que ya fue, pero ahora disfruto tu ausencia, afortunada y lastimosamente tu desgracia fue indirectamente proporcional a mi felicidad. Si querés y tu orgullo te lo permite, aquí sigue la persona con la que solías hablar afablemente, con la que no te valías de lindas palabras para expresarte. Yo aún soy tu amiga aunque la comunicación se haya perdido, porque en este momento sé de vos tanto o menos de lo que podría saber de  teoría atómica, será por eso que no me di cuenta de que somos como un par de protones, intentamos atraernos pero al final nuestra naturaleza constaba en repelernos.
A mí no me interesa una respuesta de tu parte, me conformo con expresarte todo lo que pienso de lo que fue de vos y yo juntos, espero que estés teniendo buenos días y que hayás encontrado alguien que te dedique mejores palabras. No me voy a despedir formalmente porque si de amistad se trata; la puerta de mi vida está abierta para vos, la decisión está en tus manos. Cuidate. 


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