Melifluo

Después de rechazar los vitrales incendiados por las radiaciones luminosas de un conjunto de poros achinados previamente en la oscuridad, entendí que la fatalidad no te incluye, que hay un magnetismo inverso entre los días grises y la premura con que tus retinas se encuentran con las mías. Tal vez debamos atravesar la instancia y dejarnos caer en carreteras inconclusas, que no nos lleven a ninguna parte, porque ahí y en todas partes es lo mismo, y porque desfigurarnos nunca nos salió tan bien como cuando las estelas de nuestras células cosquillearon divertidas entre lienzos de baldosa y tapicería. Tejo entre reminiscencias aunque la torpeza de mis dedos sólo me permita encontrar, de tanto en tanto, un trio de lunares y una sonata de Bach que dejé inconclusa por estar pensando en la forma en que aquel ósculo decidió conocer de puntos cardinales y de inercia entre ejes paralelos. Recuerda que sólo somos perpendiculares entre borrascas y primaveras, dibujadas con expresiones ...